Pastor: Luís Fernando bautista fdo
TRAUMAS EN EL DESARROLLO DE UNA AMISTAD CON DIOS
ROMANOS 8:7-9
Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Más vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
Ø Uno de los grandes impedimentos para desarrollar una buena amistad con Dios Es: el resentimiento. Por algunas circunstancias de la vida permitimos guardar en nuestro corazón resentimiento contra Dios, y esto impide que podamos alcanzar una relación exitosa con el creador.
Ø Posibles causas del resentimiento contra Dios: la perdida de un ser querido, muertes trágicas, el abandono de los padres, accidentes, nacimiento con discapacidad, cuando no vemos cumplida nuestras peticiones, cuando Dios no cumple nuestros caprichos, la irresponsabilidad de nuestros padres, problemas intrafamiliares, finanzas, enfermedad, catástrofes, problemas sentimentales, esterilidad, inconformidad entre otros.
Ø De una u otra manera queremos culpar a Dios por nuestros padecimientos, por haberlos hecho o haberlos permitido.
Ø General mente lo culpamos del mal que otros causan. Juan 10:10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Ø Debemos madurar lo suficiente para entender que la paga del pecado es muerte. Romanos 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Ø Mas para los que aman a Dios todas las cosas obran para bien. Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Ø Que debemos Aser: confesar nuestro pecado. Proverbios 28:13 El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
Ø Debo ponerme a cuentas con Dios. Isaías 1:18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
Ø Oremos: padre te pido perdón por el resentimiento que he cargado hasta hoy, lávame, límpiame y santifícame en el nombre de Jesús amen.