MINISTERIO A LAS MUJERES
Comunidad cristiana camino de paz
Conferencia para mujeres
Pastora: DIANA MARGOTH CARREÑO DE BAUTISTA
LA MUJER CRISTIANA Y
“LA INTEGRIDAD”
Jehová, ¿quién habitará en tu Tabernáculo?
¿Quién morará en tu monte santo?
El que anda en integridad y hace justicia,
Y habla verdad en su corazón.
El que no calumnia con su lengua,
Ni hace mal a su prójimo,
Ni admite reproche alguno contra su vecino
Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado,
Pero honra a los que temen a Jehová.
El que aún jurando en daño suyo, no por eso cambia;
Quien su dinero no dio a usura,
Ni contra el inocente admitió cohecho.
El que hace estas cosas, no resbalará.
Salmo 15
La integridad:supone una adhesión firme a un código de valores éticos. Significa ser sólido, completo, y honesto en el trabajo que hacemos. Podemos ver integridad en la forma en que tratamos con nuestros amigos, hermanos, en que tratamos a nuestros colegas, y en la forma en que tomamos decisiones día tras día.
A continuación presento algunas ideas claves para una mayor comprensión de lo que es Integridad:
Totalidad: implica solidez, perfección y entereza. La bondad suministra la honestidad y la moralidad en las que pensamos ante el término integridad.
Tener coraje: significa no tener miedo; es actuar a pesar de él.
Autodisciplina: la cuarta idea fundamental de la integridad, es armarnos de valor para actuar de acuerdo con nuestros impulsos internos. Para ser íntegros necesitamos tener coraje y autodisciplina. Ninguno de los dos basta por sí solo.
Vivir de acuerdo con la verdad interior:
(Espíritu Santo) es lo más importante de todo. Vivir de acuerdo con nuestra verdad interior implica ponerla en práctica, significa mantenernos incorruptibles e invulnerables
Otro importante pasaje bíblico nos habla una verdad que no nos puede dejar impávidos, me dirigiré a la mujer:
“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención” ver 30
En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos de la vieja mujer, que está viciada conforme a los deseos engañosos,
Y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
Y vestíos de la nueva mujer creada según Dios en la justicia y santidad de la verdad. . . . .
Por lo cual:
Desecha la mentira
Habla verdad con tu prójimo
Airaos pero no pequéis
No deis lugar al diablo
La que robaba no robe más
Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca
Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira gritería y maledicencia, y toda malicia
Sed benignos unas con otros
Misericordiosas perdonándoos unos a otros
Efesios 4: 22-32
¡Cuantas mujeres íntegras en las escrituras que han sido nuestro modelo a seguir! Alguna de ellas ha impactado nuestras vidas, mencionaré sólo alguna de ellas, comenzando por aquella mujer elegida entre miles, para ser la madre del Señor.
�� María, la madre del Señor
�� La reina Ester
�� Abigail
�� Loida
�� Eunice, Rut. Noemí y muchas más.
Hoy en día todo es relativo, y los absolutos morales ya son cosa del pasado en la vida secular, y lamentablemente este pensamiento de “la corriente de este siglo” está introduciéndose sigilosamente en nuestras iglesias…, dejando en claro, que cada creyente en sí es “piedra viva” y “morada del espíritu santo”, por lo tanto Iglesia del Señor:
“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 1 de cor 6:19
El apóstol pedro nos declara
1 de pedro 2:5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a DIOS por medio de Jesucristo.
El señor Jesucristo nos declara que este gran misterio un día lo vamos a corroborar.
Evangelio de Juan 14: 20 en aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi padre, y vosotros en mi, y yo en vosotros.
El gran problema:
El pecado ha llegado como siempre disfrazado de ingenuidad, de algo agradable que conviene probar, total una ves, y después nada más, y es allí donde quedan muchos atrapados.
Los medios de comunicación se han encargado fielmente de agredir, ofender y degradar la integridad del ser humano, han ejercido un rol devastador para los creyentes transformando la mentira en verdad, y el dios de este siglo se ha encargado de que el sexo ilícito, la violencia en todas sus formas tome el control de esta sociedad, trayendo consecuencias nefastas a las familias hasta destruirlas; matrimonios deshechos, niños abandonados, hijos agredidos, hijos revelados contra sus padres siendo esclavos de la droga el alcohol. Y lamentablemente tenemos que reconocer que esta influencia diabólica ha roto barreras que un día siendo sólidas se descuidaron, de alguna forma familias cristianas han dejado un flanco débil para que allí comiencen los estragos
Inmediatamente viene a mi mente otro pasaje de las escrituras que cada día es más actual y vigente para nuestra problemática:
Mateo 5:13
Vosotras mujeres sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con que será salada?
No sirve mas para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
Mateo 5:14-16
Vosotras mujeres sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro padre que esta en los cielos
.
¡NO!, definitivamente no; No podemos huir, no podemos ignorar esta verdad, escondida para algunos, pero revelada a los suyos.
¡Dios Vive! El está presente, El es fiel. Tenemos que emprender el camino de regreso hacia El, ¿cómo? ¿De que forma? No tienes que temer porque El tiene cuidado de todos nosotros, y espera nuestro clamor, nuestra oración, para…,
“enderezar lo torcido, para que lo áspero se allane, para que todo valle sea alzado y todo monte y collado sea bajado”
En Dios siempre hay esperanza y promesas reales de restauración, pero como mujeres creyentes deben conocer la diferencia entre el bien y el mal, y no dejarnos engañar, porque hay cosas pequeñas que permitimos, hasta que éstas se nos vienen encima como un monte que se derrumba sobre nosotros.
Por esta razón hoy, más que nunca, tenemos que instruirnos como pueblo cristiano, Jesús el Maestro, maestro del bien, dejó sus leyes en nuestros corazones, y tenemos que tocar temas que hemos dejado de lado.
El asistir a la Iglesia, no nos confiere el título de cristianos, ni el bautizarnos, ni comprar una Biblia. Lo único que nos confiere el título de ser llamados hijos de Dios, es arrepentirnos de nuestra pasada manera de vivir, aceptar a Cristo en nuestras vidas, como nuestro todo suficiente Salvador y como nuestro Señor, es decir, que El asuma el control de nuestras vidas para que andemos en integridad y justicia.
Hoy más que nunca la Iglesia del Señor tiene que volver a la senda antigua, la de la santidad.
Hoy tenemos que hablar de Integridad, de ética cristiana, de moral para no ser embaucados por el padre de mentiras
Podemos definir la ética: como el conjunto de normas que orientan nuestras vidas y definen nuestros deberes y obligaciones. La ética es normativa, es absoluta, es lo que la gente “debe hacer”.
Debemos establecer una diferencia entre este concepto de ética y la moral, pues pareciera que siempre están muy asociadas.
La moral trata: de la bondad o maldad de las acciones humanas, no es el estudio de lo que el hombre “debe hacer”, sino de “lo que hace”.
Todos los hombres tienen un sentido de lo que es bueno y lo malo en sus corazones, sin importar la cultura donde estén. El problema radica en que ese sentido puede ser corrompido por la “moral del momento”.
Cada uno de nosotros es guiado por estos absolutos morales y eso nos viene directamente de Dios.
El autor del libro de hebreos nos recuerda lo siguiente: Hebreos10:16-18 “Pondré mis leyes en la mente de ellos, Y sobre su corazón las escribiré;”
Este absoluto moral, no es otro que la voluntad de Dios en el hombre; es Dios quien ha dado las reglas de lo bueno y lo malo. Estas normas absolutas dadas por Dios, reflejan quien es El, su carácter y sus deseos. De ahí la importancia de vivir de acuerdo a estas normas.
Como mujeres cristianas, la tarea es descubrir a la luz de la Biblia, que es lo que Dios quiere de nosotros, cual es el conjunto ético normativo que tiene para nuestras vidas y de nuestra familia.
“Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?”
En Levítico 19:2 vemos que, basadas en su propia naturaleza DIOS nos declara (“Santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios”), Dios establece sus leyes, o las bases para lo que es bueno y malo.
Tenemos nuestro “Código moral” que es “La Biblia”
Toda ética Secular y cristiana, provienen de los 10 mandamientos. Estos, cubren toda nuestra ética o comportamiento “Si hemos sido creados para la Eternidad debemos demostrarlo”.
¿Mujeres espirituales o meramente emocionales? Hay una gran diferencia.
La Biblia resalta las virtudes de la mujer prov 31:10-31
“Mujer virtuosa…” ver 31
Porque su estima sobrepasa largamente sobre las piedras preciosas.
HOY DIOS NOS DA: Una voz de alerta para la mujer creyente, es el “peligro de vivir sin la palabra de Dios”
Atención a lo siguiente:
�� Nos conduce al error
�� Nos lleva a turbaciones espirituales
�� Decimos que amamos a Dios, pero no, a nuestras hermanas
�� Nos conduce a un Seudo evangelio, a nuestra pinta
�� No amamos como Dios lo quiere
�� No tenemos la capacidad de perdonar
U ¿cual es entonces la SENDA ANTIGUA?:
JEREMIAS 6:16
Así dijo Jehová: paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cual sea el buen camino. Y andad por el, y hallareis descanso para vuestra alma.
Mas dijeron: no andaremos.
Hacer la palabra de Dios y cumplir sus mandamientos.
�� Los primeros cuatro mandamientos, hablan de YO y mi Relación con DIOS.
�� Los otros seis mandamientos corresponden a mi Relación con los DEMAS
LA OBEDIENCIA A LOS HOMBRES ES RELATIVA
Éxodo 1:15-21
Y hablo el rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba sifra, y otra fua, y les dijo: cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es hijo, matadlo, y si es hija, entonces viva. Pero las parteras temieron a DIOS, y no hicieron como les mando el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños.
Y el rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo: ¿Por qué habéis hecho esto, que habéis preservado la vida a los niños? Y las parteras respondieron a faraón: por que las mujeres hebreas no son como las egipcias; por que son robustas, y dan a luz antes que la partera venga a ellas.
Y DIOS hizo bien a las parteras y el pueblo se multiplico y se fortaleció en gran manera.
Y por haber las parteras temido a Dios, el prospero sus familias.
LA OBEDIENCIA A DIOS ES ADSOLUTA
Hechos 5:29 respondiendo pedro y los apóstoles, dijeron: es necesario obedecer a DIOS antes que a los hombres.
Deuteronomio 26:16 Jehová tu DIOS te manda hoy que cumplas estos estatutos y decretos; cuida, pues, de ponerlos por obra con todo tu corazón y con toda tu alma.
La desobediencia a DIOS es un pecado
Definamos la palabra “Pecado”
La primera definición de pecado que tomaremos es una que tiene mucha relación con lo que hemos hablado de ética. Si entendemos la ética como conformar nuestra conducta a la Ley de Dios, el pecado es “anomia", es decir inconformidad con la Ley de Dios.
En sencillas palabras, podemos decir que bajo esta descripción, pecado es no cumplir los preceptos morales de Dios, que están contenidos en Su Ley.
El pecado no es solo el “no cumplir” la Ley, sino que es el rechazo absoluto a la Ley de Dios.
El pecado es el exceso o defecto en cualquier línea; es hacer más de lo que Dios permite o no hacer lo que Dios manda.
El pecado puede concretarse de diversas formas:
Acción (hacer algo incorrecto),
Omisión (no hacer lo que es debido)
Pensamiento (el solo pensar en hacer algún mal)
En el Nuevo Testamento, el pecado se define también como “desviarse del curso recto”, algunos autores lo definen como:
“errar el blanco”. Sin duda, el pecado es desviarse del camino que Dios ha trazado para que el hombre sea prosperado y esté en comunión con Él.
Quiero concluir esta reflexión, con uno de los Salmos más conducentes al camino de la justicia, rectitud e integridad, que tanto hombres como mujeres que instruimos a nuestros hijos en el camino eterno, no debemos olvidar:
“Bienaventurada la mujer que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo
Y todo lo que hace, prosperará.
No así los malos,
Que son como el tamo que arrebata el viento.
Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio,
Ni los pecadores en la congregación de los justos.
Porque Jehová conoce el camino de los justos
Mas la senda de los malos perecerá”
Salmo 1
